Ella, o quizás él, sabe que lo que está haciendo está penado por el Código Contravencional de la ciudad. Que ofrecer sexo en la vía pública puede ser sancionado con multas de hasta 400 pesos, con penas que incluyen entre uno y cinco días de trabajo comunitario. Pero no le importa, porque en verdad está seguro de que esas sanciones nunca las tendrá que cumplir.
Sucede que de las 2500 contravenciones labradas durante 2005 sólo en Constitución (la zona roja más concurrida de Buenos Aires) por ejercicio de la prostitución y oferta de sexo en la calle, sólo 168 fueron a juicio y nada más que tres tuvieron sentencia. El resto fue desechado o archivado por falta de prueba, revelaron a LA NACION fuentes del Ministerio Público porteño.
Pero las multas que penalizan la oferta de sexo callejero no se limitan al barrio de Constitución. Un vocero de la justicia contravencional aseguró que en la ciudad durante el primer trimestre de este año se labraron un total de 1464 actas a mujeres y travestis que ejercían la prostitución.
Es decir que la Policía Federal diariamente realiza un promedio de 17 actas contravencionales que en la mayoría de los casos son desechadas por falta de pruebas o ausencia de testigos, dijeron esos informantes.
Los fiscales aseguran que el nuevo Código ha "burocratizado" y "entorpecido" el proceso para labrar actas y penalizar la oferta sexual en la calle. Y dicen que hay zonas liberadas, como el Rosedal de Palermo, donde la prostitución no es una contravención y no está penalizada.
"Las modificaciones de la ley se hicieron para que todos estén conformes. Las prostitutas y los travestis saben que si no cumplen con el Código se los va a sancionar, pero también están seguros de que nunca cumplirán esas multas. Los vecinos, por su parte, están tranquilos porque hay un artículo que penaliza la oferta de sexo en la calle. Pero en realidad poco de eso sucede", dijo a LA NACION Luis Esteban Duacastella, titular de la Fiscalía N° 4, con jurisdicción en el barrio de Constitución.
El antiguo Código Contravencional penaba la prostitución cuando se "alteraba la tranquilidad pública". De esta manera, los travestis y prostitutas con sus minifaldas y maquilladas de tonos pasteles eran sancionados por el simple hecho de mostrarse en público.
Cámara policial
Ahora, el nuevo Código, que comenzó a regir el 26 de enero de 2005, prohíbe la oferta y demanda de sexo a menos de 200 metros de viviendas, escuelas y templos. E incluye, en su artículo 81, un polémico párrafo que dice: "En ningún caso procede la contravención en base a apariencia, vestimenta o modales".
Según voceros de la fiscalía, este punto complica la tarea, no sólo del Ministerio Público; también la de la policía, que hoy debe contar con la autorización de los fiscales para labrar las actas a prostitutas y a travestis.
Además, generó el empleo de un controvertido método para probar la oferta sexual callejera: la filmación policíaca. Método que ha sido convalidado el mes último, cuando la Cámara Contravencional porteña confirmó el fallo del juez Marcelo Batumeu Romero contra un travesti que ejercía la prostitución en la calle y que aceptó la cinta como prueba de hecho.
"Dado que hay pocos testigos que se ofrezcan a declarar, la policía está utilizando filmaciones para comprobar la contravención. En Constitución ya se han filmado unos 400 hechos que ahora se están estudiando para luego citar a las personas que están en falta", dijo Duacastella.
"La meca del sexo"
Todas las fuentes del Ministerio Público consultadas por LA NACION coinciden en que Constitución, Flores y San Cristóbal son los tres barrios porteños donde mayor actividad de oferta sexual hay durante todo el día. Esto sin tener en cuenta la zona del Rosedal de Palermo, que los propios travestis llaman "la meca del sexo".
En otros barrios, aseguran los informantes, existen pequeñas zonas rojas que en el último tiempo han comenzado a desaparecer por la recurrente protesta de los vecinos, que se escandalizan ante la insinuación de los travestis y prostitutas, que ofrecen sus cuerpos al mejor postor.
Así, por ejemplo en Flores, los vecinos del lugar desde hace un mes vienen denunciando ante organismos oficiales la oferta de sexo en la vía pública y la presunta explotación de mujeres en albergues transitorios de la zona, lo que diariamente ocasiona un sinfín de conflictos. Este tema, dado a conocer por LA NACION, generó dos investigaciones: una por parte de la policía y otra de los legisladores porteños.
Aunque la policía ha incrementado los patrullajes nocturnos por la zona, las cifras de actas contravencionales efectuadas a travestis y prostitutas no parecen coincidir con la preocupación de los vecinos.
"A veces la gente magnifica la realidad de los hechos. Muchos se sienten molestos porque ven cómo desfilan autos por las calles para levantar prostitutas, pero cuando se los cita para declarar son muy pocos los que vienen", dijo un vocero de la fiscalía.
En Flores, segun las fuentes, durante el primer trimestre de este año hubo 275 causas por prostitución, de las cuales 32 ya fueron desechadas por falta de pruebas.
En Palermo, en tanto, los vecinos se quejan de los travestis que pasean sus cuerpos casi desnudos o enfundados en tapados de "leopardo" por el Rosedal. Pero aunque les molesta decirlo reconocen que desde que la zona roja se trasladó allí "hay mucha más presencia policial en el lugar y el parque está mejor iluminado".